E4_ESCUELA EN NOTELY GREEN
En los últimos años hemos decidido introducir nuevos temas a tratar en la asignatura, marcados por el énfasis en la sostenibilidad que constituye el aire que respiramos. Aquí la meta era vincular una solución arquitectónica para un programa novedoso a las funciones comunicativas (gráficas o proyectuales).
El edificio que analizamos es un prototipo de escuela donde conviven la escuela primaria, secundaria y un área de administración que ha de ocuparse en ocasiones, de organizar el uso de la sala polivalente para funciones comunitarias añadidas (reunión de vecinos, actos políticos, etc.), por tanto junto al análisis mediante croquis y apuntes hallamos reflexiones escritas sobre la marcha, en que los estudiantes se plantean nuevos modos de elaborar un programa funcional.
Es este un aspecto que decidimos incentivar y sobre el que no hay marcha atrás: en pocas palabras, la comunicación de la arquitectura implica ahora una reconsideración de aquello que se comunica y si han de introducirse cambios en su organización y estructura.
En los esquemas gráficos más sencillos la lectura es superficial, hallamos una secuencia de lucernarios sobre una cubierta a dos aguas que vierten hacia un canalón sobre el pasillo de acceso, un pasillo que acoge a los niños y capta otras energías.
La lectura del volumen puede explicar la forma del edificio, pero dice poco de los modos de vivirlo y de los sistemas de acondicionamiento y de captación de energías que le subyacen. Esto puede hallarse en la información adicional o de modo superficial en la cascada de luz de la sala de losa juegos, así como en los esquemas generales sobre la relación de escala (entre personas y edificio).
No fue un ejercicio especialmente trabajado se diría que fue más pensado que dibujado, con memorables excepciones...
