E3_TANATORIO DE LEÓN
La experiencia del tanatorio de León ofreció otras conclusiones. Prácticamente ningún estudiante se cuidó de la relación del edificio con el contexto, un hecho relevante ya que la ubicación de un tanatorio en una zona residencial no era una empresa fácil para el diseñador, de aquí la inteligencia de la propuesta: la lámina de agua sobre su cubierta opera como un espejo, desvirtuando la mirada hacia su interior, puesto que el conjunto adquiere la apariencia de una intervención paisajista con una entrada en talud abierta hacia los caminos que bordean el río.
Dada su longitud puede entenderse que las secciones no fueran exitosas, a pesar de la insistencia de los profesores en que el conjunto se dividiese en tres sectores a los efectos de explicar la sección. Echamos en falta asuntos como este a debatir la sutileza de la representación, que debiera ser un asunto compartido por todas las materias que tienen por objeto materializar una idea y comunicarla. Queremos decir con ello que una breve descripción del conjunto habría ayudado a comprender mejor la propuesta arquitectónica y hubiera constituido un buen inicio para explicar el edificio.
Varios estudiantes se ocuparon, en efecto, de la descripción exterior, de su cubierta o su entrada principal, deleitándose incluso en el sutil cerramiento acristalado frente al talud que permite a la entrada de luz al interior, o en el complejo juego de los lucernarios y luces de la entrada no apto para los medianamente hábiles.
Si que puede percibirse un amplio espectro de experimentaciones, tinta aguada, grafito, grafito/barra conté, color, el mero tratamiento del contorno o la descripción de ambientes internos y externos.
A modo de crítica constatamos la indulgencia sistemática en las formas llamativas: en especial los lucernarios de la capilla y su parentesco con la escalera de entrada, mientras que una explicación sistemática del sistema constructivo con sus múltiples matices, y sus grandezas, brilla por su ausencia. ¿Es esto una falta de habilidad gráfica, o una incomprensión del dialogo que debe existir entre el sistema constructivo-estructural y la propuesta arquitectónica?, ¿Conducimos como colectivo escolar a nuestros estudiantes hacia soluciones vistosas en detrimento de lo que es pertinente, escueto, sencillo y resolutivo?.
