E2_VIVIENDA EN BRUNLANES
La casa que Wenche Selmer hiciera para un amigo en Brunlanes podía desinstalarse y retornar al lugar a su situación inicial, a la vez que ofrecía un cobijo protegiéndose de los vientos y una vista panorámica sobre el mar. Al ser un paradigma de sostenibilidad y un recorrido de observación del paisaje esperábamos una descripción mediante una sección longitudinal hacia la costa, aunque otros aspectos se fueron presentando durante el desarrollo: la importancia del umbral de la terraza, el paso lateral exterior o el núcleo de servicios que permitía una indagación plural de sus posibilidades.
Esta casa tiene sus parecidos con la que E.G. Asplund construyera para su familia, aunque aquí la búsqueda de una cubierta casi plana se transformaba en un reto.
Percibimos que las dificultades originales residían en la toma de posición del estudiante ante este edificio, y aunque insistiéramos en el espacio interior, fueron apareciendo lecturas libres de varios ámbitos con técnica también libre.
Corbetta Gavina empezó a darle vueltas a la casa y los pasillos exteriores constatando el juego de sombras y las texturas de las planchas de madera que constituyen el cerramiento interior y exterior hasta reducir sus mejores descripciones a dos tonos blanco-negro.
Tanto el ámbito del porche como el corredor presentaban múltiples articulaciones:
- El pasillo vertebra toda la casa en su interior pero también se vincula a los tránsitos hacia el exterior en los dos extremos, privatiza el ámbito de la cocina, se expande hacia el hogar y todo ello permitía hacer algunos descubrimientos; aparte.
- Asimismo, el apunte contundente de Flavia de Toledo Ponzoni muestra como la direccionalidad de los tonos contribuye a aportar una sensación de espacio, casi un contrapunto al enfoque de Mónica Stoinea: línea ligeramente matizada con valoraciones tonales (con sutiles tonos de gris), como son la sombra proyectada del límite del voladizo o del fondo del edificio sobre la plataforma de la terraza.
- La sección longitudinal de Alexis Joubert, bien tratada en sus degradados puede compararse con una respuesta rápida del mismo autor en lápiz azul donde se aprecian dos modalidades expresivas sin menoscabo de la capacidad de explicación del dibujo.
Incluimos algún dibujo rápido, más resolutivo, como la perspectiva de la terraza, realizada por Clara Badia, que permite entender la idea de esta arquitectura esquemáticamente, sin tanta sutileza icónica, dado que cada futuro arquitecto habrá de buscar el mejor vehiculo para constatar su idea, dudar ajustarla y ratificarla, en lugar de seguir etiquetas preestablecidas.
