E1_CEMENTERIO FINISTERRE
Sorprendió que una operación tan elemental como disponer una serie de “cubos” sobre un lugar, de indudable valor, pudiese dar tanto juego y, al inicio, plantease tantas preguntas gráficas.
El primer gesto, incipiente, fue entender el asentamiento en sección, relacionando dos temas (la posición de los módulos respecto al perfil del terreno, y su apariencia lejana y frontal desde el mar), hecho que ponía en relación dos asuntos de una sola cuestión (la visión desde el mar y la visión hacia el mar).
En ocasiones el gesto fue rápido y violento, casi como el pensamiento, ello puede verse en ejercicios como los de Clara Badia: consideramos que debíamos incentivar la expresión libre, tras aclarar cómo podían controlarse las fugas.
Pocos estudiantes abordaron en su integridad las complejidades de espaciales de la Capilla, con excepciones (A. Joubert) y la fuerza de los volúmenes (¿o de las fotografías adjuntas al ejercicio?) les cegó, prestando poca atención a las secciones del columbario, que permiten entender la sencillez y grandeza del proyecto.
Al final pudo entenderse que se debía simplificar, entender que la línea del horizonte es la altura de los ojos, y que la posición del cuerpo determinará la pertinencia de usar representaciones frontales (con un solo punto de fuga) o a tres cuartos (con dos puntos de fuga). Y los mejores resultados fueron los más sintéticos.
